Contra Punto///Rodolfo Monroy///SEGURIDAD CIUDADANA: ¡¡¡ LOS MUERTOS NO SE CUESTIONAN… SE CUENTAN!!!
SEGURIDAD CIUDADANA:
¡¡¡ LOS MUERTOS NO SE CUESTIONAN… SE CUENTAN!!!
por: Rodolfo Monroy V.
SEGURIDAD CIUDADANA:
¡¡¡ LOS MUERTOS NO SE CUESTIONAN… SE CUENTAN!!!
por: Rodolfo Monroy V.
En una plática de café alguien dijo: “cuando se empieza a politizar sobre los temas de seguridad… todo se desvía y se pierde la objetividad de las acciones institucionales”.
El Presidente de la República y los integrantes de su gabinete deberían saber que en materia de seguridad, al igual que los votos que tanto defendieron, ¡¡¡los muertos no se cuestionan…, se cuentan!!!.
http://onc.org.mx/2018/12/17/reporte-sobre-delitos-de-alto-impacto-octubre-2018/
http://www.elexpres.com/2015/nota.php?story_id=185559
Los eventos de orden radical registrados recientemente en el país: Chihuahua, Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, México, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco y la propia CDMX, no sólo ponen en evidencia el reacomodo de grupos criminales organizados que disputan espacios de actuación y liderazgo, sino que las estrategias institucionales han sido fallidas y la sociedad mantiene una inercia de descomposición que se cristaliza en eventos de alto impacto.
Asimismo, cuando observamos un aumento en la comisión de delitos comunes y aislados, entendemos que ello parece responder a problemáticas personales y sociales por el cierre de oportunidades y la incapacidad estructural para abrir áreas o generar políticas públicas que los eviten.
Si bien es cierto que el Gobierno Federal, y en algunas entidades, las autoridades acaban de ingresar, y que el crecimiento delincuencial deviene desde el año 2000, en los hechos, no parece existir una estrategia definida y, como es costumbre, sus acciones se observan rebasadas y rezagadas, carentes de impacto ante el crecimiento continuo de víctimas.
Que nadie se engañe, la autonomía de los órganos de administración de justicia y el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, que suponen el interés de combatir la impunidad y transparentar la actuación policial y los procesos ministeriales y judiciales, para el ciudadano común que se ve agraviado cotidianamente en su entorno, o que vive continuamente con el temor de ser violentado en cualquier sentido, no representa avance alguno.
Lo que interesa en el fondo es la contención, reducción y erradicación de la violencia e incidencia, el esclarecimiento de hechos, el castigo a los responsables y el resarcimiento del daño; aunque cuando hay muertos, ni que decir.
Los modelos de inteligencia sí existen y funcionan, la georeferenciación de la incidencia, los instrumentos tácticos y técnicos, y la identificación de esquemas de operación tambien, lo que no funciona es la construcción de casos y los tecnicismos jurídicos que permiten a los delincuentes mantenerse en la impunidad y seguir delinquiendo.
Los números son fríos y para el colmo existe la llamada “cifra negra” que magnífica la problemática. No hay quien regule los conflictos, no hay quien señale responsables, lo que hace suponer temor, o bien actos de colusión y/o corrupción.
Medios de comunicación y redes sociales, mal orientan sus expresiones a la denuncia de funcionarios y excesos, la mayoría de las veces con criterio de revancha y no con el verdadero interés de que las cosas mejoren.
Quizá el planteamiento del Mando Único, o la iniciativa de una Guardia Nacional no parezca tan descabellado, especialmente porque suponen mayor capacidad para la prevención y persecución de los delitos.
El asunto aquí sería que intereses mayores no se impongan o interpongan sobre las unidades de prevención y persecución de ilícitos, en el claro interés de que la ciudadanía recupere la credibilidad institucional.
Finalmente, si las políticas públicas no son homogéneas en todo el territorio nacional, y por ende sus resultados se mantienen reducidos o escasos, de inicio se mantendrá la confrontación entre los dichos gubernamentales y los hechos tangibles.