Centenares de mujeres “chalecos amarillos” se reunieron en Francia para dar una imagen pacífica del movimiento que desde hace ocho semanas organiza protestas en las ciudades y carreteras de ese país y que el fin de semana terminó con incidentes violentos.

Cerca de 50 mil personas se manifestaron el sábado en Francia en el “acto VIII” de la movilización, marcada por nuevos enfrentamientos con la Policía. Ayer, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, llamó a los franceses para que exijan el cese de la violencia.

En París, las mujeres se reunieron en la plaza de La Bastilla y en la plaza de la República vestidas con capuchas y portando globos amarillos.

“A través de esta primera manifestación de mujeres, queríamos tener otro canal de comunicación que la violencia, porque todo lo que sale del movimiento en los medios son los actos de violencia y nos olvidamos del fondo del problema”, dijo una de las fundadoras del grupo de Facebook “Mujeres chalecos amarillos”.

En Toulouse, en el Sur de Francia, cerca de 300 mujeres se reunieron en la plaza Arnaud-Bernard antes de dirigirse hacia los bulevares del Centro de la ciudad, según informó la prefectura. Una gran pancarta negra señalaba: “Precarizadas, discriminadas, indignadas, mujeres en primera línea”.

“Vine por el futuro de nuestros hijos. Les dejamos una sociedad podrida. Muchos estarán desocupados y las personas mayores trabajarán siempre más. No tendrán derecho a expresarse si no actuamos ahora”, explicó Monique, una funcionaria participante en las marchas.

Otra de las manifestantes dijo: “Gobierno quiere dar la imagen de que somos violentos, pero somos las madres, las abuelas, somos las hijas, las hermanas de todos los ciudadanos y queremos decir que nuestro enojo es legítimo”.