4 septiembre, 2025
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Por Graciela Edith Coronel Barrios

Presidenta de Comercio Alternativo para una Vida Digna A.C. (CAPUVD)

Estimado lector hay un sin fin de cosas que podrían generarnos temor en nuestra vida y más en estos días, que desafortunadamente la maldad ha ido en aumento. Quizás tu temor es perder tu reputación, tu trabajo, negocio o propiedades, quizás perder a alguien, tu libertad física o económica, o quizás sea morir, cualquiera a lo que le tengas temor está relacionado con algo que desconoces si realmente va a suceder, el temor es el recelo de sentir daño o dolor, es una emoción desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado.

Sentir temor no es algo que venga de parte de Dios, al contrario Él siempre nos insta a no tenerlo, puesto que el temor es algo que pone lazo sobre nuestra vida, pregúntate esto: ¿cuántas veces te has detenido por temor a equivocarte? ¿cuántas veces has desechado oportunidades por temor a los cambios? … El temor nos detiene, nos devuelve, nos genera ansiedad, ¿sabía usted que la ansiedad se presenta cuando el miedo es intenso, excesivo y persistente por mucho tiempo, incluso en ausencia de un peligro real? 

Hay algo que nos ayuda a dejar de sentir temor, y ese es el amor de Dios. Dice la Palabra en 1 de Juan 4:18 que: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor…” y quizás te preguntas cómo es que se relaciona una cosa con la otra? Sencillo, en el amor de Dios encontramos paz y confianza, perdemos el temor a cualquier cosa, principalmente a morir, en primera porque sabemos que nuestra vida está en sus manos y en segunda porque tenemos la certeza de que aún muertos estaremos en la presencia del Señor y que resucitaremos a su venida.

Dice más adelante ese versículo que el temor lleva en sí castigo, puesto que es algo que agobia sin haber sucedido, son pensamientos que en su mayoría son simples especulaciones, surgidas de lo que conocemos o percibimos que están pasando a otros, y creemos que a nosotros también nos va a pasar. Una persona que teme, inconscientemente se siente sola, desamparada, a la deriva, sin protección, etc., esto sucede cuando no comprendemos quien es Dios y quien somos para Él, no comprendemos el amor que Él tiene por nosotros, quizás desconocemos que por amor dio a su Hijo unigénito para darnos vida eterna. Ese mismo amor sigue hoy vigente para ti y para mí, es un amor eterno, un amor incondicional, un amor perfecto.

Un niño no sabe de qué forma sus padres lo cuidarán o sustentarán, desconoce si tienen las herramientas, la capacidad o lo que sea necesario para que esto ocurra, pero tiene la certeza de que lo harán, simplemente porque tiene claro que es un hijo, sabe que sus padres lo aman. Lo mismo sucede cuando entendemos la posición que tenemos como hijos delante del Señor, no entendemos de qué forma, pero sabemos que Él lo hará, podemos sentir esa protección, ese sustento que nada ni nadie más te puede ofrecer. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” Romanos‬ 

Cuando entendemos el sacrificio que Jesús hizo en la cruz por nosotros y el poder de su resurrección, no hay nada que pueda atemorizarnos, no cabe duda de que haya algo fuera de control o que pueda ser imposible para Dios después de haber vencido a la muerte. 

El Señor nos enseña a no tener temor a los hombres, a lo que puedan hacer, nos pregunta en su Palabra: ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? Dios es nuestro ayudador, el temor debe ser a Él quien nos juzgará. Por ello es importante no solamente estar entendidos del amor de Dios hacia nosotros, sino también oír y poner por obra las enseñanzas que Él nos ha dejado escritas, para andar confiados, vivir tranquilos y sin temor del mal. Dice el proverbio 10:24 que lo que el impío teme, eso le vendrá, pero que a los justos les serán dados sus deseos, medita en esto ¿tengo más miedos o deseos en mi mente? Ambos llegarán conforme los pienses.

Por lo anterior, hoy quiero animarte a que busques de Dios para librarte de todos esos temores, Él no nos ha dado un espíritu de cobardía sino de poder, por ello quiero compartirte algunas de las promesas que el Señor nos da en su Palabra para que retomes ese aliento y sigas adelante con un corazón firme, confiado en Dios:

“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Deuteronomio‬ 

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías‬ 

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Josué‬ 

Si hoy quisieras echar fuera el temor de tu vida, te invito a que digas en voz audible y creas en tu corazón esta oración: Señor Jesús, en este día quiero poner delante de ti todos mis temores, mi ansiedad y mis angustias, confieso que he vivido apartado de ti y te pido perdón por las veces que te he fallado, reconozco que necesito de ti y anhelo esa paz, esa seguridad, esa vida que solamente tú me puedes dar, por eso hoy te recibo en mi corazón como mi Señor y mi único, verdadero y suficiente Salvador, en el nombre de Jesús, Amén!

“Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.”Jueces‬ 

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