El Quehacer Político a través///Jose Alberto Prado Angeles///Claudia abre las puertas de la CDMX a la CNTE y encierra al pueblo bueno

José Alberto Prado Angeles

Director General y Editor

Muy al margen de las demandas o exigencias laborales -sin calificar sin son legítimas, o no- de los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y de la respuesta o posicionamiento del Gobierno federal, los procedimientos de reclamo de los últimos días por parte de los educadores y reacción a las demandas por parte de la autoridad aparentemente no son los conducentes o apropiados por parte de ambas partes.

Las discrepancias entre el Gobierno y la CNTE no son nuevas, ya que éstas se remontan al 17 de diciembre de 1979, cuando en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se fundó la agrupación de maestros disidentes como una alternativa al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Pero esta no es una clase de historia, sino una reflexión editorial sobre los acontecimientos recientes que han provocado el cierre de 19 mil escuelas en algunos Estados del país y afectado a poco más de millón y medio de estudiantes.

El martes pasado, los dirigentes de la CNTE se reunieron con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, con el secretario de Educación, Mario Delgado, y con el director del ISSSTE, Martí Batres Guadarrama, donde al no lograrse un acuerdo a las demandas de los maestros, hubo el ofrecimiento de que la Presidenta Claudia Sheinbaum los recibiría el viernes al mediodía. Sin embargo, a pesar de la promesa de la reunión con la Mandataria, los maestros decidieron presionar para “acelerar” el encuentro en Palacio Nacional, bloqueando el miércoles el recinto oficial del Gobierno de México y casa de la Presidenta, impidiendo el acceso a la prensa que asiste a la conferencia matutina y obligando a Sheinbaum a llevarla cabo de manera solitaria y de forma digital, lo que ya era un reto y una afrenta a la máxima autoridad del país.

El jueves, Claudia Sheinbaum decidió cancelar la reunión, lo cual fue comunicado por la Secretaría de Gobernación a la CNTE vía un WhatsApp a las 6 de la mañana del viernes, según informó Pedro Hernández Morales, secretario General de la Sección 9 de los maestros en una entrevista radial, lo que provocó la “furia” magisterial y ésta decidió bloquear el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde 15 vuelos fueron desviados a otros aeropuertos y se afectó a tres mil pasajeros.

Sheinbaum ya les cerró las puertas de Palacio con un mensaje muy claro de que no está dispuesta a ser objeto de presiones. “Hay cosas que no están bien. El diálogo sigue abierto, al nivel más alto, porque es la secretaria de Gobernación, el secretario de Educación Pública, que los van a recibir”. Ah, y ya les adelantó a los maestros que “si es pasión, que se les olvide”, porque “no se puede soportar el presupuesto de México un aumento -salarial- del 100 por ciento”.

En ese sentido, los maestros se “toparon con pared”, pero por parte del Gobierno -coincidimos con Sheinbaum, quien dijo el viernes: “Estamos de acuerdo con la libertad de manifestación”-, cuando estas acciones callejeras afectan a decenas de miles de personas, frenan la educación de los niños y provocan pérdidas económicas, la autoridad tiene la obligación de actuar -sin represión- para regresar el orden a las calles, garantizar la educación y evitar el deterioro financiero de algunos sectores.

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