Lo que alguna vez fue un bosque lleno de pinos, cedros, abetos y oyameles en Lomas de Tepemécatl en el Ajusco: hoy está lleno de basura y contaminando el agua

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Por Redacción QP

La red de energía eléctrica se extiende como si fueran las venas de este asentamiento irregular.

Los cables pasan por encima de lo que alguna vez fue un bosque lleno de pinos, cedros, abetos y oyameles, pero que hoy es un devastado paraje del Ajusco llamado Lomas de Tepemécatl.

Detrás del servicio de luz no solo hay ilegalidad, también un cacicazgo dominante en la zona, el cual amenaza y hostiga para asegurar el cumplimiento de pagos dudosos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como para talar árboles en beneficio personal.

Agustín, un comunero de 50 años originario de San Miguel Ajusco, nos platica que el tendido eléctrico inició en Lomas de Tepemécatl aproximadamente en 2013, pero en 2017 se extendió sin control gracias a una política del gobierno federal aún en vigor, la cual establece el derecho a la electricidad para todas las comunidades agrarias del país, sobre todo si en ellas habitan grupos vulnerables.

Se trata del convenio 512140602907 “para la electrificación de comunidades rurales y zonas urbanas marginadas” publicado por la CFE en el Diario Oficial de la Federación el 29 de marzo de 2017.

Con el servicio de luz llegaron las casas, las industrias, las bodegas y la mancha urbana ya no se detuvo.

Agustín nos platica que bajo el amparo de ese convenio, el ex presidente del comisariado de Santo Tomás Ajusco -quien lo fue hace tres décadas-, Juan Chávez García, organizó el pago de la luz a CFE, a razón de 100 pesos por predio.

Denuncias ante la PAOT señalan a Juan Chávez junto con otro personaje de nombre Víctor Barrera, como poseedor de un predio de la calle de Tonatzin donde se levanta una planta industrial en la que se recicla PET.

Ese es el sitio donde intervino la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) en 2022, por la violación al uso de suelo forestal-agrícola y la tala de árboles que dio paso a la construcción de una planta de tratamiento de PET llamada Grupo Barrera INNPLAREC.

Por la intervención de la Procuraduría Ambiental se colocaron sellos de clausura en esa planta industrial, con el expediente PAOT 2021 2394 SOT 521 y de suspensión de actividades con el expediente PAOT 2021-2394-SOT-5211306.

Esos expedientes, de los que Capital CDMX, derivan de denuncias anónimas presentadas ante la Procuraduría y señalan la presunta responsabilidad del ex Comisariado de Santo Tomás Ajusco por el daño ambiental en esta zona de Lomas de Tepemécatl.

Del pago de luz con esa cuota fija de 100 pesos que hasta pareciera simbólica, se benefician tanto las viviendas grandes y chicas, los negocios de todo tipo, las naves industriales de textiles, una ladrillera, una bodega de Bachoco, un predio de abasto clandestino de gas LP, así como las procesadoras de PET.

El pago de luz se hace en una cuenta común a la cual todos los vecinos de Lomas de Tepemécatl le depositan.

Se paga a la CFE a pesar de que los postes, transformadores y cables fueron adquiridos por los habitantes de este asentamiento.

Ello hace sospechar a Agustín que los depósitos de la cuenta en común podrían estarse desviando y no llegan a la Comisión Federal de Electricidad.

“Hoy ya cualquiera se cuelga a los postes, se conectan y desconectan con ‘diablitos’, por eso dicen quienes coordinan todo esto que los nuevos, los que acaban de llegar más adentro (del asentamiento) ya no quieren pagar, ni siquiera los 100 pesos”, platica el comunero.

TRASIEGO DE BASURA

En Lomas de Tepemécatl no hay autoridad y por eso muchas actividades ilícitas pueden realizarse a cualquier hora del día.

El trasiego de la basura es una de esas actividades que ha encontrado en esta anarquía un espacio propicio para su proliferación de bodegas, naves industriales y plantas recicladoras.

En las quejas anónimas ante la PAOT, los denunciantes ya contabilizaban 50 naves industriales en Lomas de Tepemécatl, todas ellas conectadas ilegalmente al tendido eléctrico, asentada en suelo de uso agrícola y forestal según lo establece el plano de zonificación incluido en el Programa de Ordenamiento Ecológico vigente desde el año 2000.

La ruta de la basura y sobre todo el reciclaje de PET es otra arista de la rapiña ambiental que deja su huella con camiones de redilas y camionetas de 3.5 toneladas cargada de botellas de plástico.

De ello nos platica Víctor, un amigo de Agustín y vecino de la colonia San Nicolás II, una comunidad ubicada a cinco kilómetros carretera abajo de Lomas de Tepemécatl.
Víctor nos cuenta que en el negocio del reciclaje participan los operadores de los camiones de basura propiedad de la alcaldía, es decir, los empleados del servicio público.

La basura ya depositada en esos camiones le pertenece a la Ciudad, pero este vecino fue testigo de como un bien que en teoría debía ser ya público pasó en unos minutos a manos privadas.

En la calle Hocabá casi esquina con el kilómetro 5.5 de la carretera Picacho-Ajusco hay un centro de compra de basura llamado Recycling Center
Un kilómetro más adelante existe otro centro de compra-venta de desperdicio industrial de nombre EKR.

Mientras Víctor arreglaba la llanta de su auto en un vulcanizadora de al lado vio como a EKR llegó un camión de basura y vendió ahí el fierro, cartón y el PET que salió de la recolección diaria.

Los operadores del camión de basura vendían ahí el plástico en vez de trasladarlo a las plantas de tratamiento de residuos que tiene el gobierno de la Ciudad.
Ya en el kilómetro 7 de la misma carretera hay otra planta de compra de residuos llamada Industria Mexicana de Reciclaje SA (IMER).

Durante un recorrido realizado el 28 de enero por la Picacho-Ajusco, casi a las 18:00 horas, Capital CDMX pudo constatar como un camión de basura con rótulos de la alcaldía Tlalpan descargaba material reciclado en la planta de EKR.

El tránsito de los vehículos privados que llevan y traen PET es común por toda la Picacho-Ajusco y se debe a que a lo largo de la carretera y dentro de poblaciones como en Lomas de Tepemécatl han proliferado esas plantas recicladoras.

Cuando apareció esa industria también comenzaron a asentarse personas para trabajar ahí y con esos empleados llegaron sus familias que se quedaron en el suelo de conservación.
Son personas de escasos recursos cuyas viviendas humildes conviven con grandes residencias convertidas en búnkeres.

Víctor y Agustín dicen que los trabajadores de esas plantas de tratamiento reciben poca paga, pues obtienen 200 pesos por jornadas de 12 horas, incluso en horario nocturno.

Agregan que los empleados no tienen ningún tipo de prestación, a pesar del riesgo a su salud, pues todo el tiempo laboran con solventes para retirar las etiquetas de las botellas de plástico.

¿De dónde viene toda esta gente?, le preguntamos a Agustín cuando caminamos bajo miradas vigilantes por la calle de Tonatzin.

Quien responde es Víctor, pues sospecha que toda esa población viene de Iztapalapa y lo dice porque un día en su carro fue tras uno de los camiones que salen de la planta recicladora ubicada en esta calle y los siguió hasta aquella alcaldía del oriente de la Ciudad.

Dejó de seguirlos cuando percibió que el conductor del camión se había dado de un auto particular que venía tras ellos desde kilómetros atrás.

También lo dice porque ha platicado con esas personas y aunque recelosas, algunas le han dicho que vienen del oriente de la ciudad.

Hoy Agustín sabe por sus vecinos que tanto ricos como pobres en Lomas de Tepemécatl esperan la próxima regularización del asentamiento, pues fue una promesa de los candidatos del partido Morena durante las elecciones del año pasado.

Confían en esa regularización pues hace menos de una década ya ocurrió con la colonia de Víctor, la de San Nicolás.

Con el afianzamiento de Morena en el poder, tanto en la alcaldía Tlalpan como en el gobierno de la Ciudad de México, Agustín no cree que exista la mínima posibilidad de rescatar el bosque en donde creció.

“Ahí está el ejemplo de como gobierna la 4T”, dice desconsolado.

HASTA HOTEL DE LUJO

El daño ambiental en Lomas de Tepemécatl parece irreversible porque el asentamiento irregular se encuentra ya muy consolidado, a tal grado que en el lugar hasta funciona un hotel de lujo.

Se llama Orgánico Hotel Boutique y con un alojamiento por noche que va de los 5 mil 300 a los 6 mil 500 pesos (según las plataformas digitales de reservación), ofrece a sus huéspedes una experiencia única de contacto con el bosque.

Ese Orgánico Hotel Boutique se localiza en la calle Camino Real 30 de Marzo del poblado San Miguel Ajusco, en Lomas de Tepemécatl.

A través de una solicitud con base en la Ley de Transparencia, se le pidió a la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) que diera cuenta de los permisos, licencias o autorizaciones otorgados a ese hotel para su operación, así como toda la información relacionada con ese establecimiento.

La Sedema respondió aceptando que desconocía “totalmente” dicho proyecto y por tanto no podía pronunciarse sobre algún permiso o autorización.

Lo que sí respondió la Sedema es que a través de una búsqueda en el Sistema de Información Geográfica, determinó que el domicilio de ese hotel de lujo se localiza dentro del suelo de conservación, de acuerdo con el Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal.

De hecho, en su respuesta la Sedema sugirió a Capital CDMX presentar una Denuncia Ambiental contra ese hotel, por realizar actividades en suelo de conservación y violar así los artículos 5 y 46 de la Ley Ambiental de Protección a la Tierra.

300 HECTÁREAS PERDIDAS

También con base en una solicitud de información pública se le pidió a la PAOT un diagnóstico sobre el crecimiento de la mancha urbana dentro del radio de influencia del Parque Nacional Cumbres del Ajusco, así como en el paraje Lomas de Tepemécatl.

La institución respondió que no contaba con ese diagnóstico, pero respondió que tiene identificado a Lomas de Tepemécatl como un Asentamiento Humano Irregular de acuerdo con un inventario que data de 2010.

También informó que de acuerdo con sus parámetros para medir el área de influencia del Parque Nacional Cumbres del Ajusco, se consideró que en un radio de tres kilómetros alrededor de esa Área Natural Protegida se perdieron ya 301 hectáreas de suelo con cobertura forestal.

Ese radio de tres kilómetros abarca tanto los asentamientos irregulares como las comunidades con suelo urbano permitido, es decir, San Miguel y Santo Tomás Ajusco.

La PAOT también detalló que los Asentamientos Humanos Irregulares ubicados dentro de esos tres kilómetros del área de influencia cubren una superficie de 103 hectáreas.

Además, se encontraron 40 denuncias relacionadas con construcciones ilegales dentro del área de influencia de esos tres kilómetros y cinco de esas denuncias refieren tala clandestina o afectación de arbolado.

“La mayoría de esas denuncias se localizan en la periferia inmediata de algunos polígonos de esos asentamientos, por lo que se podría considerar como un posible crecimiento de los mismos”, añadió la Procuraduría Ambiental.

Esa institución también detectó que 31 de las 40 denuncias se localizan en la zonificación agroecológica.

Con información de Capital-CDMX

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