Internacionales///Carolina Alonso Romei///La inseguridad alimentaria en los hogares estadounidense aumento en 2022
Por Carolina Alonso Romei
Internacionalista
La inseguridad alimentaria en los hogares estadounidenses aumentó en 2022, con cerca de 13 millones de niños viviendo en una familia que tuvo problemas para conseguir alimentos en algún momento ese año, reveló este miércoles un informe del Departamento de Agricultura (USDA).
Al menos el 12.8% de las familias en Estados Unidos —17 millones de hogares—tuvieron problemas para conseguir alimentos en 2022, un aumento del 2.6% con respecto al 2021(10.2%) y de 2.3 con el porcentaje de 2020 (10.5%).
El incremento de 2022 rompió una tendencia de reducción de inseguridad alimentariaconstante entre 2011 y 2021, destacó el informe de USDA.
Esta cifra, incluye 7 millones de hogares que enfrentaron una seguridad alimentaria muy baja, que es el rango más grave de clasificación de USDA en el que uno o más miembros del hogar experimentan una ingesta reducida de alimentos, en ocasiones debido a la escasez de dinero y otros recursos para obtener alimentos.
El 8.8% de los hogares con niños —3.3 millones de familias— sufrieron inseguridad alimentaria en algún momento en el 2022, frente al 6.2% (2.3 millones de hogares) en 2021.
“Estos hogares con inseguridad alimentaria entre los niños no pudieron en ocasiones proporcionar alimentos adecuados y nutritivos a sus hijos“, dice el informe.
Los investigadores de USDA subrayaron que de 2021 a 2022 hubo aumentos estadísticamente significativos en la inseguridad alimentaria en casi todos los subgrupos de clasificaciones de hogares, como los encabezados por madressolteras o de grupos minoritarios.
Al respecto, Lisa Davis, vicepresidenta de Share Our Strange, que encabeza la campaña “No Kid Hungry”, calificó las cifras como “una realidad desgarradora y una tragedia evitable”.
Davis advirtió de que todo el progreso logrado, incluso durante la pandemia, se ha deteriorado desde que se pusieron fin a programas de inversión para luchar contra el hambre en los niños y las familias de bajos recursos.
Defendió la inversión en programas de nutrición, comidas escolares y de verano, y beneficios tributarios, que en algunos casos fueron cancelados después de la pandemia
“Este tipo de inversiones son especialmente críticas para las comunidades de color que experimentan disparidades persistentes”, dijo la activista
Con información de EFE